La pandemia del coronavirus puso a prueba la capacidad del ser humano para sobreponerse al reto de la supervivencia y fue así como su inventiva permitió que la ciencia lograra avanzar en el descubrimiento y producción de varios tipos de vacunas para inmunizar a la población mundial. Sin embargo, vacunar a alrededor de siete mil millones de personas en todo el planeta en el menor tiempo posible, es una tarea que resulta bastante compleja. Mientras la vacunación avanza lentamente en la mayor parte del mundo, los riesgos siguen latentes y la pandemia continúa cobrando a diario miles de vidas.

Colombia no ha sido la excepción. Además de los efectos devastadores de la pandemia, ha salido a flote el descontento social acumulado durante décadas de inequidad, exclusión social y pobreza, generando manifestaciones de protestas por parte de desempleados, grupos juveniles, sindicatos, asociaciones de derechos humanos y ciudadanía en general. Se viven tiempos de incertidumbre, de descontento y manifestaciones sociales, de pérdida de confianza.

Por su parte, las bibliotecas en Colombia han tenido que transformar la manera de prestar sus servicios durante la pandemia; la mayor parte de éstas atendiendo desde la virtualidad y las distintas plataformas tecnológicas, otras lo han hecho gradualmente de manera presencial pero con muchas restricciones, incorporando los protocolos de bioseguridad aprobados por el gobierno nacional y los entes territoriales, limitando la circulación y préstamo de libros; situación que ha impedido que muchos colombianos puedan acceder a sus derechos culturales de la lectura y el acceso a la información ya que según cifras oficiales, más del 40% de la población no tiene acceso a internet ni a los dispositivos electrónicos que permitan ayudar a paliar algunos de los efectos colaterales del coronavirus.

En la historia de la humanidad ninguna pandemia ha sido perenne ni tampoco infalible. En la medida que avancen los procesos de vacunación y se dé lo que los epidemiólogos han denominado la “inmunidad del rebaño”, es muy probable que se retorne a las actividades presenciales masivas y a la reapertura de distintos sectores económicos, educativos y culturales. Como el ave Fénix de la mitología griega, la especie humana tendrá que resurgir entre las cenizas, replantear y reconstruir su presente y su futuro.

En este contexto la Red de Bibliotecas de las cajas de compensación familiar se plantea las siguientes preguntas:

¿Cuál podría ser el presente y futuro de las Bibliotecas de las cajas de compensación familiar?

¿Cómo podrían las Bibliotecas ratificar su rol para la reconstrucción del tejido social?

¿Cómo potenciar las bibliotecas de las CCF como generadoras de bienestar para los trabajadores afiliados y sus familias?

¿Será posible ayudar a construir sociedades más solidarias desde las Bibliotecas?

¿Cómo contribuir desde las Bibliotecas a la recuperación de la confianza?

¿Podremos reconocernos mejor entre las regiones como base del trabajo en Red?

¿Cómo podríamos ser más solidarios entre las bibliotecas de las cajas de compensación?

En tal sentido, el XXXI Encuentro Nacional de Bibliotecas de las Cajas de Compensación Familiar, “Bibliotecas para la vida: construyendo tejidos sociales desde las regiones”, pretende contribuir a la reconstrucción del tejido social del país durante y después de la pandemia, buscando fortalecer los procesos bibliotecarios que permitan reconocer la palabra como medio para la valoración de la vida, la resolución de conflictos y la construcción de sociedades más equitativas, activas y participativas.

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