De acuerdo con el informe ‘Perspectivas Económicas de América Latina 2020’, presentado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), “la pandemia ha confirmado el alto potencial de la transformación digital pero, al mismo tiempo, destaca la urgente necesidad de cerrar las brechas en esta materia”.
El estudio, en el que participaron además el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (Celac) y la Comisión Europea, destacó también que uno de los caminos para superar la situación causada por el Covid-19 es la digitalización inclusiva, añadiendo en palabras del secretario general de la Ocde que “los países con mejor preparación digital saldrán primero de la crisis”, realidad que indudablemente permea todos los ámbitos incluyendo, por supuesto, el educativo.
A propósito de ello, según la Organización de las Naciones Unidas, “vivimos un momento decisivo para los niños y los jóvenes de todo el mundo”, pues no cabe duda de que la educación, determinante para el progreso de las sociedades, ha sido uno de los sectores más confrontados en medio de la pandemia, viéndose en la necesidad, entre otras cosas, de migrar muy rápidamente de la presencialidad a la virtualidad, así como de habilitar las herramientas y fortalecer las competencias digitales de docentes y estudiantes pero, sobre todo, de hacerle frente al enorme reto que ha significado impartir educación de calidad dando respuesta a las nuevas realidades.
Adicionalmente, en lo concerniente a la educación superior en Colombia, el Sistema de Información del Ministerio de Educación Nacional revela que la cobertura en formación universitaria, en sus diferentes modalidades (técnica, tecnológica o profesional), es tan solo del 52 por ciento; un panorama al que se suman los índices de deserción, que cada año oscilan entre el 16 por ciento y el 24 por ciento.
De allí la relevancia de trabajar en el desarrollo de estrategias que contribuyan a facilitar el acceso y la calidad de la educación, lo que requiere el concurso de organizaciones tanto públicas como privadas, para dar solución a una problemática que, sin duda, tiene relación directa con el bienestar integral de las generaciones presentes y futuras.
Educación de alta calidad, clave para el desarrollo sostenible
Consciente de la importancia de la educación como una herramienta de transformación social, Compensar fortalece permanentemente su oferta en materia educativa, pues en palabras de su director general, Carlos Mauricio Vásquez, “ solo con educación de alta calidad lograremos sentar las bases de un desarrollo sostenible, que le abra las puertas a la construcción de una sociedad más incluyente, equitativa y con igualdad de oportunidades para todos los colombianos, propósito con el que nacimos hace 42 años y que cada vez cobra mayor vigencia”.
Por un lado, a través de su Fundación Universitaria, facilita la formación académica mediante un modelo pedagógico por ciclos, que les brinda a los estudiantes la posibilidad de ir escalando y obteniendo certificaciones y titulaciones en los niveles técnico laboral, técnico profesional, tecnólogo y profesional; contribuyendo así a fortalecer los vínculos con el sector empresarial, logrando que los conocimientos respondan a las necesidades del mercado laboral, siendo un claro reflejo de ello el nivel de empleabilidad de los graduados el cual, actualmente, está por encima del 89 por ciento.
Sumado a lo anterior, Compensar tiene convenios con diferentes entidades educativas para ofrecer descuentos a sus afiliados, en pregrados, posgrados y educación no formal. Además, en el campo de las artes y oficios, a través de su Escuela de Capacitación, la Caja de Compensación ofrece un amplio abanico de cursos de formación.
De igual manera, por medio de su programa Desarrollo Empresarial Integral (DEI) ofrece a las empresas afiliadas procesos que contribuyen a la formación y bienestar integral de sus trabajadores; de otra parte, a través del programa Enlaces impulsa las habilidades de las personas con discapacidad; y, finalmente, los procesos de capacitación a la medida adelantados por su Agencia de Empleo y Emprendimiento contribuyen a potenciar las capacidades de la población cesante, abriéndoles la posibilidad de obtener un trabajo acorde a sus capacidades y expectativas.
Compartiendo experiencias y saberes
Y precisamente, partiendo de que la educación representa uno de los más grandes desafíos de cara a la construcción de futuro, el pasado 6 de mayo, Compensar participó en el Primer Festival de Educación “Aprender, Enseñar y Hacer en Tiempos de Cambio”, organizado por Asocajas en Alianza con Santillana, un espacio virtual que reunió a expertos nacionales e internacionales en torno a reflexiones enmarcadas en la creación de ecosistemas educativos que respondan a las actuales necesidades de la sociedad.
Al inicio del evento, Adriana Guillén, presidenta ejecutiva de Asocajas, resaltó el compromiso de las cajas de compensación con la formación integral de los colombianos, al tiempo que reafirmó la importancia de generar espacios de intercambio de conocimiento en el que se pueda fortalecer un diálogo entre saberes y experiencias, tan necesario en este momento para el país.
En esa primera jornada del festival (1 de 3), los panelistas se centraron en el eje temático “los estudiantes como agentes de cambio”, y la conversación se focalizó en las transformaciones que requiere el sistema educativo para adaptarse a sus intereses y proyectos, analizando aspectos relacionados con la educación para el desarrollo del bienestar y la felicidad, la formación para los trabajos del futuro, competencias y educación para toda la vida, la cuarta revolución industrial y ecosistemas de innovación, entre otros.
En el marco del encuentro, el director general de Compensar afirmó “tenemos una misión de prosperidad colectiva que se basa en tres elementos fundamentales para la población a la que impactamos y es aportar a que tengamos personas sanas, productivas y felices; entonces todas aquellas acciones que puedan garantizar que las personas tengan esas condiciones siempre serán relevantes para nosotros. Y la educación en sí misma hace parte de ese círculo dentro de nuestra plataforma integral de bienestar”.
Las competencias del futuro
A lo largo de la jornada, expertos en diversas disciplinas hicieron un llamado frente a la relevancia que la educación tiene para el desarrollo de los países. En este sentido, Mario Alonso Puig, médico cirujano, investigador sobre inteligencia y liderazgo precisó que “todas las personas que estamos en el mundo de la educación sabemos que esta, lo reconozcan o no, es el corazón de una sociedad”, añadiendo que “es un momento para que el mensaje que transmitamos no sea un mensaje de palabra, sino un mensaje de vida, y ese mensaje de vida no viene del orgullo, no viene de la experiencia, ni de la razón, viene del corazón”.
Por su parte Alejandro Piscitelli, filósofo y maestro en ciencias sociales de la Flacso, afirmó que “necesitamos formar otro tipo de chicos, no necesitamos chicos disciplinarios, no necesitamos el hiperespecialista, no necesitamos a emprendedores que solo piensen en su negocio, sino que tenemos que formar chicos que tengan una cabeza muy amplia con la capacidad de desarrollar múltiples habilidades, como las de los hoy llamados “polímatas”, personas con grandes conocimientos en materias científicas y humanistas”
Sin duda, todos los participantes en el encuentro coincidieron en un llamado a privilegiar y fortalecer modelos educativos que integren de manera armónica el conocimiento con la experiencia, el saber, con el ser, un aspecto en el que Carlos Mario Estrada Molina, director general del SENA enfatizó cuando dijo que “el gran desafío para las entidades educativas será formar integralmente, mediante la capacitación de habilidades técnicas y digitales, pero no menos importante, en competencias ciudadanas, trabajo en equipo, pensamiento crítico, actitud de servicio y adaptabilidad”.
A esta postura se sumó Natalia Ruíz Rodgers, exviceministra de Educación, quien reconoció los progresos de las universidades que han implementado un sistema dual: teoría-práctica/ empresa, pero a la vez insistió en la necesidad de hacer mayor énfasis en la formación basada en competencias transversales, “algo que los empresarios valoran muchísimo, más que la formación fundamentada solo en conocimiento”.
El gran reto
El gran reto, según los expertos que participaron en el festival, será entonces continuar integrando saberes, experiencias y esfuerzos, para hacer de la educación un agente promotor de cambio que aporta no solo a la construcción de sociedad y a la proyección de un mejor futuro, sino al bienestar integral de las personas; “un agente de cambio que empieza cuando se educa desde la química del bienestar, esa que promueve la felicidad, desarrolla ciudadanos que no solo reciben conocimientos, sino que se adaptan, pues son el tipo de seres humanos que dejan huella”, algo que para William Sánchez, escritor, conferencista y panelista del evento, era necesario resaltar.
Sin duda, escenarios de encuentro como estos, reafirman el valor de la democratización del conocimiento y, por ello, organizaciones como Compensar, que reconocen el significado de la educación, seguirán participando, proponiendo y trabajando en la articulación de esfuerzos con diferentes actores para que la educación siga siendo un agente forjador de una nación más justa y con oportunidades para todos, lo que al final redunda en el bienestar integral de los colombianos.
Información tomada de Portafolio.co