Actualmente, más de 21 millones de colombianos se benefician con estas entidades gracias a los programas de vivienda, becas, auxilios educativos, acceso a recreación, cultura, turismo, entre otros.
La historia de las cajas de compensación familiar se remonta a 1946 con el nacimiento de la Ley 90, en la que se plantearon las bases para la creación del Sistema de Subsidio Familiar y en la que se determinó a las entidades de este tipo como las destinadas para atender los subsidios familiares que algunos patronos decidieron asumir en beneficio de los asegurados obligatorios (trabajadores).
Sin embargo, es hasta 1954 cuando se forma la primera Caja de Compensación Familiar, Comfama. Ese año unos empresarios antioqueños, en el marco de la citada Ley, decidieron otorgar un subsidio económico a sus trabajadores por cada uno de los hijos que tuvieran para aliviar las cargas económicas del hogar, para lo que destinan el 4 por ciento de la nómina de las empresas. El vehículo para otorgarlo fue Comfama y de esta manera se materializó el inicio de un modelo que se convertiría en el patrimonio social más grande del país.
Luego de 70 años y una historia llena de cambios significativos, en los que se les ha otorgado cada vez más funciones financieras y sociales, en la actualidad las cajas de compensación cumplen un papel vital al brindar una red de servicios que abarcan desde la salud hasta la educación, contribuyendo así a la construcción de una sociedad más equitativa y resiliente.
En total, hay 42 cajas de compensación con presencia en 895 municipios del país para ofrecer soluciones, subsidios y ayudas en vivienda, educación, salud, empleo, cuidado de la primera infancia, recreación, cultura y uso del tiempo libre. Según datos de Asocajas, a corte de septiembre de 2023, se registraron más de 785.000 empresas aportantes, 10,8 millones de trabajadores afiliados y 10,7 millones de familiares beneficiarios, para un total de 21,5 millones de personas.
Para Raúl Ávila, economista y docente de la Universidad Nacional, la historia de las cajas también es la historia de la clase trabajadora del país. “Además, son entidades que ofrecen valor agregado en sus servicios de educación y recreación a los trabajadores, que la mayoría, por sus niveles de ingresos, no podrían acceder a este tipo de beneficios de forma particular”.
De los 10.8 millones de trabajadores afiliados, 76,4 por ciento devenga entre 1 y 2 salarios mínimos; 14,6 por ciento gana entre 2 y 4; y 8,9 por ciento gana más de 4. Esto resulta fundamental dado que este sistema está precisamente diseñado para trabajadores con menores ingresos, quienes, de acuerdo con lo anterior, representan al 91por ciento de los afiliados.
Aporte a la educación
En materia de infraestructura educativa, las cajas han consolidado un ecosistema educativo integral que acompaña a los colombianos desde la primera infancia hasta la formación para el trabajo. A diciembre del año pasado, cuentan con 3.672 jardines o guarderías; 5.657 colegios; 212 bibliotecas; 163 centros de formación y capacitación para el trabajo; 38 Institutos técnicos profesionales y 24 universidades.
Esta infraestructura educativa le permitió al Sistema de Compensación familiar beneficiar a 16.027 niños y niñas de categorías A y B entre los 0 y 6 años en preescolar; 25.946 niños y niñas en primaria; 23.431 niños, niñas y jóvenes en educación secundaria y 9.999 jóvenes en educación media académica y técnica.
Recreación, deporte y turismo
Otra de las funciones clave de las cajas de compensación familiar es la creación de programas para la recreación social, el deporte, el turismo, así como la administración de centros recreativos y vacacionales; cultura, museos, bibliotecas y teatros.
En este sentido, Asocajas reportó 40 millones de usos en 494 centros recreacionales, unidades deportivas y clubes, y 130 parques temáticos. En cuanto a su red de bibliotecas, 212 en todo el país, registraron 9.8 millones de usos. Y en turismo los usos llegaron a 1.7 millones con 81 mil personas beneficiadas cada mes quienes disfrutaron de 67 centros de vacaciones con alojamiento, 88 hoteles, 44 restaurantes y 11 agencias de viajes.
Capacitación para el trabajo y subsidio de desempleo
Con la llegada de la pandemia, las cajas se adaptaron en la forma de prestar servicios y apoyaron a 618.000 cesantes con un subsidio de emergencia por un total de $1.62 billones. Luego de la emergencia sanitaria, desarrollaron programas de capacitación para el trabajo dirigidos a trabajadores activos desarrollando programas con las empresas para que puedan actualizar las competencias de sus colaboradores y así enfrentar cambios tecnológicos y desafíos como la Inteligencia Artificial y la sostenibilidad.
A septiembre de 2023, otorgaron más de 259.000 auxilios de desempleo por $319.000 millones, capacitaron 268.000 personas en educación para el trabajo y desarrollo humano con cargo al FOSFEC (Fondo de Solidaridad de Fomento al Empleo y Protección al Cesante), y colocaron 192.019 personas en puestos de trabajo a través de las agencias de empleo.
Subsidio de vivienda
Los afiliados a estas entidades pueden aplicar para un subsidio de vivienda, que puede ser entre $26 millones y $34 millones, dependiendo de los ingresos. (No se puede superar los cuatro salarios mínimos). A septiembre del año pasado, se habían otorgado 44.000 subsidios por $1.4 billones.
Tomado de Cambio