La crisis generada por el coronavirus invita a una serie de cambios y nuevos planteamientos que no solo inciden en el presente, sino que con seguridad marcarán el futuro. Por eso, más allá de responder a las necesidades puntuales e inmediatas que demanda la coyuntura actual, el sector salud tiene el inmenso desafío de empezar a trazar desde ya su estrategia para responder a las necesidades de esta nueva dinámica.
En esa línea, es preponderante ir teniendo claridad sobre cómo serán y qué ofrecerán en adelante, por ejemplo, los servicios domiciliarios y la telemedicina, así como las innovaciones que se requieren: con qué tecnología deben operar, qué medidas de bioseguridad tienen que cumplir y qué significaría en materia de costos, entre muchos otros aspectos.
Lo que opinan los gremios
Con una perspectiva positiva y esperanzadora, motivada porque finalmente esta nueva realidad llegó para acelerar muchos procesos, Carlos Eduardo Jurado, director de la Cámara Sectorial de Salud de la Andi, considera que frente a estos temas ya se tenían las herramientas y casi que el mandato, puesto que cuando se observan los documentos de la Ocde lo primero que hacen es invitar a la implementación de medidas de atención domiciliaria y estrategias como la telemedicina y la tele-asistencia, que le permitan a la comunidad en general acceder de una forma distinta a los servicios de salud.
“Creo que nos atrasamos en la ejecución de esas medidas y en la asunción de esa responsabilidad, pero la pandemia nos obligó precisamente a que lo asumiéramos a toda carrera. Hoy definitivamente tenemos a las entidades trabajando a marchas forzadas en lo que concierne a telemedicina, y se nota que están comprometidas con ello. Por ese lado sostengo que fue una bendición, porque nos llevó a ver las bondades de lo que significa ayudas como la telemedicina, la tele-asistencia y todas estas herramientas a distancia, a trabajar en ellas muy rápido y nos están funcionando”, resalta Jurado.
Así mismo, destaca que gracias a estas alternativas la población hoy realmente está teniendo acceso universal a los servicios de salud, pues ya es factible desplazarse desde las entidades hacia el paciente de una manera totalmente diferente, luego este es el momento preciso para aprovechar lo que brinda la coyuntura y tener la posibilidad de implementar estas ayudas remotas.
Para el director de la Cámara Sectorial de Salud de la Andi esta situación también ha servido para que el concepto de la interoperabilidad entre las instituciones de salud mejore y se vuelva una realidad, también con la ayuda de la facturación electrónica para relacionar a aseguradores y prestadores.
“Si bien ya había una norma que nos obligaba a la interoperabilidad de historia clínica, la llegada de la pandemia aceleró algunos procesos que nos están mostrando que también existe la posibilidad de tener respuesta rápida a requerimientos que no habíamos adoptado, adaptado y abordado como se debía”, precisa el funcionario, para quien –por todo lo anterior– hay un muy buen marco para moverse y utilizar estas innovaciones que llegaron para quedarse dentro del Sistema de Salud, para sí dejar de pensar en la atención de los pacientes entre las mismas cuatro paredes de siempre y pasar a hacerlo en el escenario donde ellos se desenvuelven, lo que además ayuda a identificar otros factores de riesgo.
A su vez, Gustavo Morales Cobo, presidente ejecutivo de Acemi (Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral), afirma que el covid-19 ha sacado a la luz problemas y fortalezas del Sistema que determinarán su futura configuración.
Al respecto, señala que se plantea el salto definitivo a nuevas modalidades de contratación y pago, pues la adicción al hábito de pagar por cada servicio ha puesto en grave riesgo la sostenibilidad financiera de muchas clínicas y hospitales; se tendrá un nuevo concepto de hospital, pues con la adopción en tiempo récord de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial y el internet de las cosas (IoT), los sistemas de salud ya no requieren esas grandes infraestructuras, típicas de mediados del Siglo XX, y que lo que se necesitan son entidades prestadoras más flexibles y más capaces de llegar al hogar, que será el nuevo núcleo.
Igualmente, coincide en que la telemedicina llegó para quedarse y que eso transformará el rostro de los sistemas de salud de una manera radical; a esto se suma el tema de la equidad que, según el directivo, es la gran cuestión que debe resolverse con toda urgencia y antes de cualquier otra, ya que no considera aceptable que con las mismas normas y reglas en todo el territorio nacional haya ciudadanos que no tengan acceso a los servicios básicos, y otros que sí lo tengan, aunque la prima que se paga en ambos casos sea igual.
Visión de las Cajas
A mayo de 2020, las Cajas atendían al 35,86% de afiliados al Sistema General de Seguridad Social SGSSS, es decir 16,5 millones de personas . Del total de afiliados, cerca de 10 millones de afiliados pertenecen al Régimen Contributivo y 6,7 millones en el Régimen Subsidiado – RS.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Cajas de Compensación (Asocajas), la emergencia sanitaria por la que atraviesa el país permitió evolucionar de manera acelerada en algunos aspectos de atención en salud que podrían estar en pausa o avanzaban a un ritmo lento.
Y añade que el confinamiento, el autocuidado y la necesidad de reducir el riesgo de contagios por el covid-19 implican un esfuerzo unificado no solo de los actores del Sistema de Salud, sino de los pacientes y usuarios. “Es por ello que las EPS de las Cajas de Compensación Familiar, enfocadas en garantizar la continuidad de la atención en salud, volcaron la mirada en el mejoramiento de sus capacidades institucionales al disponer de mayor recurso humano, físico, tecnológico y financiero”, afirma Adriana Guillén, presidente Ejecutiva de la entidad.
Lo anterior los ha impulsado a tener hoy líneas de atención telefónica robustas, oficinas virtuales, chats, correos electrónicos, aplicaciones web y móviles, por medio de los cuales los profesionales de salud atienden consultas relacionadas con el estado de salud en general, enfermedades crónicas y consultas con especialistas, entre otros.
Así mismo, las EPS de las Cajas de Compensación han logrado: 66 mil atenciones telefónicas a personas con 70 años o más relacionados con eventos no covid; 22 mil atenciones en el domicilio de personas con diagnóstico covid-19, la entrega de 500 mil fórmulas de medicamentos en el domicilio de afiliados del Régimen Contributivo y Subsidiado; la entrega de fórmulas de medicamentos a 1,7 millones de personas con patologías crónicas de ambos regímenes y 132 mil gestantes; 498 mil atenciones por tele-consultas relacionadas en un 60% con especialidades médicas, 24% con enfermedad común y 16% con la atención del paciente crónico, al igual que la realización de 143.354 pruebas covid-19 a domicilio.
Sin duda, según Asocajas, la curva de aprendizaje adquirida en el curso de la pandemia es el punto de partida para continuar fortaleciendo la Atención Primaria en Salud en el país, una meta de atención con la cual están comprometidas las Cajas de Compensación Familiar.
Andrés Barragán Tobar, director de Salud de Compensar, afirma que los servicios domiciliarios y la telemedicina no solo se quedarán, sino que además reconoce que estarán entre los retos más importantes que ha planteado esta emergencia sanitaria.
“Seguir atendiendo en casa a toda la población vulnerable es fundamental para optimizar la atención y evitar el riesgo de trasladar personas susceptibles de empeorar su situación clínica. La telemedicina es el gran salto a la virtualidad en los servicios médicos, mejorando experiencias de los usuarios como, por ejemplo, llegar a zonas remotas para descongestionar los centros médicos y en el caso de los profesionales mejorar la calidad de vida”, subraya Barragán.
Por su parte, Silvia Cañas Lobelo, subdirectora de Salud de Comfaguajira, asegura que la atención domiciliaria está adquiriendo cada vez más importancia en las distintas organizaciones sanitarias y sociales, situándose como una gran alternativa, y que la monitorización de la salud de los pacientes en su domicilio permite mejorar su calidad de vida y al mismo tiempo contribuye a reducir la saturación en hospitales y centros de salud.
“Pienso que esta modalidad puede incluir la atención primaria domiciliaria y la hospitalización domiciliaria. En Colombia, en un futuro, deberíamos enfocarnos en estos dos programas con ayuda de la tecnología, con la finalidad de descongestionar las instituciones hospitalarias y disminuir costos de la atención en salud”.
La relevancia de la tecnología
Cañas reitera que la telemedicina es un nuevo concepto que ha encontrado su desarrollo con el progreso alcanzado en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), y que debe ser conocido por todos los profesionales de la salud, puesto que es una tendencia para brindar atención complementaria y pilar fundamental en la prestación de los servicios de promoción y mantenimiento de la salud.Así las cosas, indica que las posibles aplicaciones de la telemedicina serían teleprevención, telediagnóstico, telemonitorización, teleconsulta, tele-emergencias y televigilancia epidemiológica.
De otro lado, frente a requerimientos, innovaciones y tecnología necesaria para operar en estas nuevas condiciones, Lina Vanessa Morales Morales, gerente de Servicios de Salud de Comfenalco Valle, dice que existen condiciones y elementos básicos que deberían tener los hogares como acceso a Internet, un computador con capacidad de trasmisión de audio y video. En cuanto a software, manifiesta que hay múltiples herramientas en el mercado y que es vital contar con conexión telefónica a la mano para dar continuidad en caso de fallas de comunicación.
“No obstante, podemos encontrar tecnología mucho más avanzada para consultas de mayor complejidad o para establecer seguimiento a grupos determinados de pacientes. Estas soluciones van desde teléfonos, relojes hasta espejos inteligentes que nos permitirán monitorear signos vitales, y equipos para teleconsulta en especialidades como dermatología y oftalmología, entre otras”, recalca la funcionaria.
En ese sentido, Harold Yesid Salamanca Falla, jefe de la División EPS de Comfamiliar Huila/EPS Nacional, cree que definitivamente la gestión de información debe ser el eje central sobre el cual gire el aseguramiento en salud, apoyados en plataformas tecnológicas y aplicaciones de muy fácil acceso para los prestadores de servicios de salud y muy amigable con los usuarios.
Experiencias internacionales
En lo que se refiere a las buenas experiencias y conocimientos que Colombia puede tomar como base para enfrentar todo este nuevo panorama en el sector de la salud, los expertos consultados tienen opiniones variadas.
Para algunos, hay muchos países que vienen desarrollando la virtualidad en sus servicios de salud de manera exitosa como Gran Bretaña, Países Bajos y España; concuerdan con que el Reino Unido tiene fortalezas en telemedicina, que incluyen telecardiología, telerradiología, teleaudiología, tele-enfermería y telerrehabilitación, mientras que España ha demostrado su liderazgo en la enfermería domiciliaria. A estos lugares se suma Estados Unidos, donde se emplean sistemas satelitales y de fibra óptica entre los diferentes centros médicos, y tecnología inalámbrica doméstica para la atención domiciliaria.
Mencionan, así mismo, a Canadá, país que hace buen uso de avances como teleconsulta, telecardiología, teleoftalmología y la telemedicina domiciliaria, incluso hasta de la teleeducación, para poder llegar a su población rural dispersa, y que lleva ya en este proceso un poco más de 20 años. Israel es otro de los ejemplos en atención de telemedicina domiciliaria, con un innovador modelo para atención de pacientes en kioscos urbanos, donde la interacción humano-máquina es sencilla y eficiente.
Con relación a las experiencias en Estados Unidos, Morales Cobo sostiene que también hay que mirar a las organizaciones de salud exitosas en esta transformación, como Intermountain Health y New York- Presbyterian, que han dado el vuelco radical hacia la telemedicina, la atención domiciliaria y la salud comunitaria.
En tanto que Jurado resalta experiencias de naciones como Chile, Holanda y Alemania, porque son modelos que han demostrado que se desplazaron al sitio donde vive el paciente y se requiere la atención. Entendieron que no había necesidad de traer toda esa población al sistema, sino que más bien el sistema va a ellos.
Lo que en un comienzo pudo verse como una coyuntura desafiante y peligrosa para los sistemas de salud, estos meses de emergencia sanitaria se están tomando como una gran oportunidad para darles la importancia que merecen procesos como la atención domiciliaria y la telemedicina, centrarse en su debida implementación, aprovechar sus inmensas bondades para mejorar día a día en los servicios a los pacientes y realizar los ajustes que sean pertinentes, de acuerdo con las nuevas necesidades y dinámicas de este sector.