- 85% de la oferta de vivienda social está fuera del alcance de los hogares con ingresos inferiores a 2 salarios mínimos, incluso si cuentan con subsidio.
- El valor de la vivienda indexado al salario mínimo ha aumentado la brecha financiera que los hogares deben cubrir, haciendo cada vez más difícil el cierre financiero.
- Las Cajas de Compensación Familiar han asignado más de 516 mil subsidios en los últimos 9 años, actuando como motor contra cíclico del sector vivienda y pilar de bienestar social.
Bogotá, 22 de abril de 2025. – El más reciente boletín de vivienda publicado por la Asociación Nacional de Cajas de Compensación Familiar, Asocajas, revela una preocupante realidad: el modelo de adquisición de vivienda social en Colombia está perdiendo su capacidad de respuesta frente a los hogares con menores ingresos, incluso cuando cuentan con subsidios entregados por las Cajas.
En medio de un panorama económico complejo, donde el sector constructor enfrenta una caída del -4.1% en su participación dentro del PIB y una reducción del 12% en la asignación de subsidios, el boletín pone sobre la mesa una verdad incómoda: la vivienda de interés prioritario, la única opción viable para familias con ingresos inferiores a dos salarios mínimos representa apenas el 8% de la oferta del mercado.
El problema se agrava debido a que el valor de estas viviendas está indexado al salario mínimo. Aunque esta fórmula busca proteger el valor adquisitivo, en la práctica ha generado un aumento desproporcionado en los precios. En los últimos 15 años, el monto de recursos propios que debe aportar un hogar para adquirir una vivienda ha crecido en más de $110 millones, incluso si cuenta con subsidio. Esto significa que, en vez de acortar la brecha, los incrementos en el salario mínimo la están ampliando.
“El acceso a vivienda digna debe ser viable para todos los hogares, especialmente los más vulnerables. Desde Asocajas creemos que es momento de revisar los mecanismos actuales y avanzar hacia un modelo más equilibrado, que combine subsidios eficientes, oferta adecuada y criterios de indexación que realmente respondan al poder adquisitivo de las familias”, aseguró Adriana Guillén, Presidente Ejecutiva de Asocajas.
Un modelo que requiere ajustes urgentes
Según el boletín, los hogares con ingresos de hasta 4 salarios mínimos solo pueden adquirir vivienda si acceden simultáneamente a subsidio, crédito y ahorros. Sin embargo, los requisitos crediticios suelen excluir a los hogares más vulnerables, que no logran cumplir con los puntajes mínimos exigidos por el sistema financiero. La situación es más crítica para quienes ganan entre 1 y 2 salarios mínimos: solo podrían acceder a vivienda de interés prioritario, un segmento prácticamente inexistente en muchas regiones.
En este contexto, el modelo actual de acceso a vivienda se vuelve inviable para miles de familias colombianas, a menos que se complementen los subsidios otorgados por las Cajas con nuevas estrategias de financiación, como la concurrencia de subsidios con el Gobierno Nacional, alivios a la tasa de interés, o mecanismos de indexación más justos que no dependan exclusivamente del salario mínimo.
Las Cajas, motor contra cíclico y pilar de bienestar
El boletín también destaca el papel fundamental que cumplen las Cajas de Compensación Familiar como motores del sector vivienda. Entre 2016 y 2024, han asignado más de 516.000 subsidios por un valor superior a $15.7 billones, con una apuesta decidida por la vivienda nueva y los hogares con menores ingresos.
A través del Fondo de Vivienda de Interés Social (FOVIS), las Cajas no solo aportan al cierre del déficit habitacional, sino que también generan empleo, dinamizan la economía local y mejoran el bienestar de millones de familias trabajadoras. No obstante, el fondo requiere hoy más que nunca de medidas estructurales que garanticen su sostenibilidad y que aseguren su llegada a los territorios que presentan mayor déficit habitacional, especialmente en zonas rurales.
Llamado a una política pública con enfoque territorial y social
El informe concluye con un llamado a repensar el modelo de política habitacional en Colombia. ¿Debe seguir siendo el salario mínimo la unidad de referencia para fijar el valor de la vivienda social y de los subsidios? ¿Qué alternativas podrían ofrecer un sistema más justo y eficiente, ajustado a las condiciones regionales de productividad y poder adquisitivo?
Mientras se responde a estas preguntas, la necesidad de una política pública integral, solidaria y de largo aliento se hace cada vez más urgente para garantizar el acceso a vivienda digna como un derecho fundamental y no como un privilegio.
Conoce el boletín completo ingresando al siguiente link: https://www.asocajas.org.co/wp-content/uploads/2025/04/Boletin-de-vivienda.pdf